domingo, 26 de julio de 2009

Realismo Ofensivo y Realismo Defensivo: El debate interrealista.

Por Dario Petrollini, Licenciado en Relaciones Internacionales de la USAL.



Introducción

La teoría realista es la más antigua y, sin lugar a dudas, una de las mas dominantes en el mundo académico para explicar los fenómenos que suceden en el desarrollo de la política internacional, principalmente aquellos que están vinculados a la seguridad y en los cuales encontramos elementos o conceptos como por ejemplo el conflicto de intereses, equilibrio de poder en términos estrictamente materiales, búsqueda de poder por parte de los Estados, preocupación de los Estados por las ganancias relativas sobre las ganancias absolutas, los Estados vistos como la unidad de análisis primordial que se comportan racionalmente para lograr sus objetivos en un contexto de anarquía.



El realismo político como teoría ha despertado gran interés en el ámbito de las Relaciones Internacionales (RRII) principalmente a partir de los teóricos Hans Morgenthau y, posteriormente, de Kenneth N Waltz; ambos autores han ido desarrollando la teoría realista, si bien desde enfoques diferentes pero con una serie de supuestos en común, hasta tal punto que hoy en día continua siendo la teoría mas importante de las RRII y ocupa un lugar privilegiado dentro del mainstream teórico.



Entrando en el mundo posterior al fin de la guerra fría, podemos observar que existe una división interna dentro de la teoría realista, esta división hace referencia a los desarrollos derivados del pensamiento de Morgenthau y Waltz, y que ha fragmentado durante la década de los 90 al realismo en dos vertientes: El Realismo Ofensivo, cuya premisa básica siguiendo el pensamiento morgenthauniano indica que los Estados buscan el poder, y por otro lado, el Realismo Defensivo que tiene como principal supuesto aquel que afirma que los Estados están mas orientados hacia la búsqueda de la seguridad sobre la búsqueda de poder.

Pero quedarnos en estos dos supuestos implicaría una explicación superficial para entender al Realismo Ofensivo y al Realismo Defensivo, es por esta cuestión que este trabajo tiene como finalidad analizar estas dos vertientes y ver como sus supuestos son consistentes con las afirmaciones de Morgenthau y Waltz, pero también se analizaran las diferencias de estas vertientes con las teorías de los dos máximos exponentes del realismo.




Realismo Ofensivo y Realismo Defensivo: El debate intrarrealista en los 90




En la década de los 90, el debate al interior de la teoría realista esta alimentado por los descendientes intelectuales de Morgenthau y Waltz.



El pensamiento de Morgenthau difiere del pensamiento de Waltz con respecto al nivel de análisis. Esto nos permite observar que, en Morgenthau el énfasis esta puesto en la misma naturaleza humana, o bien, si se prefiere en el nivel individual de análisis; la herencia de este pensamiento la podemos encontrar en autores como Tucidides y Maquiavelo los cuales también tomaban como base de análisis el individuo.



Lo que hace Morgenthau es trasladar su concepción de la naturaleza humana al Estado como unidad de análisis monolítica y racional, para Morgenthau los individuos son esencialmente agresivos y egoístas, si esto es trasladado al Estado podemos comprender su concepción antropomórfica del Estado, lo cual conduce al autor a afirmar que, al ser agresiva la naturaleza humana, los Estados definirán sus intereses en términos de poder.
Esta afirmación es universal y valida en todo tiempo y espacio ya que, empíricamente esta corroborada por la historia.



Waltz, en cambio, realiza su análisis desde un enfoque diferente. Su pensamiento es consecuencia del debate entre tradicionalistas y cientificistas en las RRII, por lo tanto lo que intenta hacer Waltz es darle un mayor rigor científico a la teoría realista y esto lo realiza incorporando un nuevo elemento que es el Estructuralismo, así se crea el Realismo Estructural que luego será sinónimo de Neorrealismo.



En su libro Teoría de la Política Internacional, Kenneth Waltz lo que hace es identificar la estructura, entendida en términos de distribución de las capacidades materiales, con el sistema internacional. Por lo tanto, este enfoque nos permite ver una diferencia esencial con la perspectiva de Morgenthau ya que Waltz, al analizar la política internacional en términos sistémicos deja de lado las características de los Estados y las interacciones entre ellos para interesarse en el comportamiento de las unidades que se encuentra condicionado por la estructura del sistema internacional. Waltz considera, a diferencia de Morgenthau, que los Estados no son propensos a la búsqueda constante del poder y de la influencia sino que lo que pretenden es mantener su posición relativa en el sistema internacional; por lo tanto, los Estados no tienden a ser expansionistas sino conservadores o statoquistas.



Este supuesto lleva a la ruptura de la tesis clásica del realismo a través de la cual define el interés de los Estados en términos de poder, lo que conduce al Neorrealismo a la afirmación por la cual los Estados son más propensos a la búsqueda de la seguridad y no del poder.
A partir de este contraste podemos ver la diferencia en el interior de la teoría realista en los 90, en donde los seguidores o descendientes de las afirmaciones de Morgenthau se ubicaran en la vertiente denominada Realismo Ofensivo, mientras que los autores que tienen una mayor afinidad a la teoría sistémica de Waltz se encontraran dentro de la vertiente llamada Neorrealismo.




Vertiente ofensiva y defensiva: Supuestos y diferencias




Robert Jervis es un autor que se ha planteado la idea acerca de la incapacidad de seguir definiendo a la Teoría Realista en forma unificada debido a las diferencias que existen en el interior de la misma en torno a las problemáticas vinculadas al conflicto y la cooperación, es por esto que vio la necesidad de separar en el interior del realismo dos vertientes: Realismo Ofensivo y Realismo Defensivo.



Tanto la vertiente del realismo ofensivo como el realismo defensivo le otorgan importancia a la estructura del sistema internacional como un factor influyente en el comportamiento del Estado, la diferencia radica en que para el realismo ofensivo la estructura del sistema internacional no necesariamente induce a que los Estados sean conservadores con respecto a la búsqueda de poder ya que en el sistema internacional, tal cual lo afirma John Mearsheimer, genera incentivos a los Estados para que estos tengan oportunidades de maximizar su poder a expensas de sus Estados rivales y así poder lograr ventajas en situaciones en las cuales los beneficios tienen una preponderancia sobre los costos, esto nos lleva a afirmar que, para el realismo ofensivo la estructura del sistema internacional no impone limites a la maximización del poder y las influencias por parte de los Estados.



El Realismo Defensivo, en contraste, siguiendo la línea de pensamiento waltziana sostiene que la estructura si establece limitaciones a la maximización del poder por parte de los Estados; la vertiente defensiva mantiene la afirmación por la cual el principal objetivo de los Estados es la conservación de su supervivencia, dicho en otras palabras, la búsqueda o la maximización de la seguridad para poder mantener su posición relativa en el sistema.



Los límites a la búsqueda constante del poder en la vertiente defensiva vienen dados por el hecho de que la estructura misma del sistema induce a los Estados a llevar adelante un comportamiento de equilibrio cuando un Estado, en un momento determinado, se comporta de una manera agresiva. Por lo tanto, para el realismo defensivo al igual que para el Neorrealismo, el equilibrio del poder logra contener la conducta ofensiva de un Estado.
Otra diferencia importante entre ambas vertientes es aquella a la cual hace referencia Stephen Brooks entre posibilidad y probabilidad de conflicto y la importancia que tiene esta distinción sobre las expectativas a futuro.



La posibilidad es una constante y es el supuesto que mas ha adquirido importancia en la teoria realista, esta posibilidad de conflicto no supone que los Estados se encuentran luchando constantemente sino que es una consecuencia de la condicion anarquica del sistema, es un estado en el cual se encuentran los actores; por otra parte la probabilidad es una variable, por ende, si bien podemos asumir la condicion de anarquía, dentro de esta misma condicion en determinadas ocasiones habrá una mayor o menor probabilidad de conflicto.



El realismo ofensivo mantiene el supuesto de la posibilidad de conflicto, por lo tanto, no se ve ninguna diferencia en este sentido con respecto al realismo clásico y al neorrealismo; los Estados al reconocer la posibilidad de guerra le restan importancia a las expectativas a futuro ya que focalizaran sus objetivos a corto plazo, si los Estados no logran garantizar su supervivencia a corto plazo es imposible pensar en cuestiones vinculadas al largo plazo que no estén relacionadas con la seguridad militar, ya que esta es la encargada de mantener al Estado en vida.
El realismo defensivo introduce un cambio importante con respecto a esta cuestión y aquí se diferencia no solamente con el realismo ofensivo sino también con el realismo clásico y con el propio neorrealismo.



Esta diferencia viene dada porque el realismo defensivo incorpora en su análisis la variable probabilidad de conflicto; para los realistas defensivos los Estados no siempre se encontraran inmersos en una lucha por la maximización del poder como sostiene la vertiente ofensiva, ya que cuando la probabilidad de conflicto es baja los Estados no sentirán que su supervivencia se encuentra amenazada en el corto plazo, y, por lo tanto, podrán plantearse objetivos a largo plazo que sean diferentes a las cuestiones relacionadas con la seguridad militar. Esto nos hace ver que para el realismo defensivo, cuando es menor la probabilidad de conflicto la importancia del futuro aumenta y la política internacional deja de ser un juego de suma cero, como tradicionalmente lo ha sostenido la teoria realista.



Luego de haber expuesto las diferencias entre las dos vertientes del realismo, pasare a explicar las similitudes y diferencias que existen entre el realismo clásico y el realismo ofensivo y entre el neorrealismo y el realismo defensivo.




Realismo Clásico y Realismo Ofensivo




La gran coincidencia entre el Realismo Clásico o Human Nature Realism, en palabras de Mearsheimer, y el Realismo Ofensivo que comienza a desarrollarse en los 90, radica en que ambas vertientes consideran como el principal objetivo del Estado la búsqueda o maximización del poder. Ahora bien, este supuesto en común ¿Nos llevaría a afirmar que el realismo ofensivo es una simple derivación del realismo clásico?



La respuesta es no, el realismo ofensivo es una vertiente propia que asume el supuesto clásico de la maximización del poder; pero esta maximización del poder tiene una causal diferente en la corriente clásica y en la corriente ofensiva.



El realismo clásico supone que la búsqueda incesante de poder es causa de la naturaleza humana. Como he afirmado en el principio del trabajo, Morgenthau lo que hace es trasladar su concepción de la naturaleza humana al Estado, de esta manera supone que los Estados están comandados por individuos que tienen un voraz apetito por el poder que se deriva de su naturaleza agresiva. Por lo tanto, la conducta agresiva de los Estados viene dada por un factor externo a la estructura del sistema internacional que es la propia conducta humana, teniendo en cuenta esto, podemos afirmar que el realismo clásico considera a la estructura como un elemento de segundo orden en lo que se refiere a las causas del comportamiento de los Estados.



El realismo ofensivo, en cambio, tal cual es mencionado por Mearsheirmer que es un exponente de esta vertiente, considera que la maximización del poder por parte de los Estados viene dada por un factor diferente. Mearsheimer sostiene, al contrario de la corriente clásica, que la estructura del sistema internacional conlleva a los Estados a la maximización de su poder dado que el logro de este objetivo es el camino perfecto para que los Estados logren la maximización de su seguridad o su supervivencia, por lo tanto la estructura misma del sistema conduce a una conducta agresiva de los Estados para mantener su seguridad.



Esta diferencia nos lleva a sostener que el realismo ofensivo es una vertiente que se encuentra a mitad de camino entre el realismo clásico y el neorrealismo ya que toma elementos de ambas corrientes pero también tiene aspectos diferenciales.



Del realismo clásico toma el supuesto de la búsqueda de poder por parte de los Estados, pero pudimos observar como esta maximización del poder deriva de un factor diferente al de la naturaleza humana que es la estructura del sistema internacional.



Por otra parte, el realismo ofensivo acepta la importancia del sistema internacional como un elemento decisivo en la determinación del comportamiento estatal, pero su diferencia con el neorrealismo consiste en que la estructura del sistema no necesariamente conduce a que los Estados tengan una conducta esencialmente statoquista ya que el mismo sistema internacional lleva a que los Estados maximicen su poder y así podrán lograr mantener su supervivencia.
Luego de haber analizado estas semejanzas y diferencias, podemos observar que el realismo ofensivo si es una corriente propia por mas que incorpore supuestos del realismo clásico y el neorrealismo, ya que logra tener aspectos que se diferencian de ambas vertientes, con lo cual la simple afirmación que sostiene que el realismo ofensivo es una variante derivada del realismo clásico y las afirmaciones de Morgenthau es falsa.




Neorrealismo y Realismo Defensivo




Tanto el neorrealismo como la vertiente defensiva del realismo que surgió en el debate intrarrealista de la década de los 90 sostienen que el objetivo elemental del Estado en el sistema internacional es la búsqueda de su seguridad, entendida en términos de conservación de su posición dentro del sistema. También comparten, como dije anteriormente, la importancia de las limitaciones estructurales con respecto al comportamiento agresivo de un determinado Estado, lo cual induce a los Estados que son victima de una búsqueda constante de poder por otro Estado a reproducir una conducta de equilibrio y así poder contrarrestar esa maximización de poder.
Una vez definidos estos supuestos en común, considero importante realizar una pregunta. ¿El realismo defensivo sostiene los mismos supuestos que el neorrealismo con respecto al comportamiento del Estado?



Al igual que en la comparación anterior, la respuesta nuevamente es no. El neorrealismo, tal cual lo he afirmado con anterioridad, mantiene el supuesto de la posibilidad de conflicto como una constante que determina el comportamiento del Estado, por lo tanto esto induce que los Estados sitúen sus preferencias a corto plazo relacionadas con la seguridad militar ya que, al ser la posibilidad de conflicto una constante, los Estados no tendrán asegurada su supervivencia de manera completa y llevaría a que estos valoricen mas las cuestiones militares que otras preferencias diferentes a esta en el largo plazo.



En contraste, pudimos observar que el realismo defensivo incorpora en su análisis la variable probabilidad de conflicto, lo cual hace suponer que cuando la probabilidad de conflicto es baja, el comportamiento del Estado no necesariamente estará orientado en los objetivos a corto plazo ya que su seguridad no estaría amenazada, por ende, para el realismo defensivo si existen posibilidades de que los Estados planifiquen objetivos a largo plazo relacionados con cuestiones que nunca han sido analizadas por la teoria realista y que son diferentes a los temas vinculados con el ámbito estratégico y la seguridad militar.



También con respecto al tema de la cooperación se observan modificaciones importantes. Waltz deja muy en claro como la estructura del sistema limita la cooperación entre Estados, en su libro Teoria de la Política Internacional el autor afirma que en la cooperación, el principal objetivo de los Estados es obtener ganancias que se traducen en recursos de poder para poder mantener su seguridad, pero si las ganancias son asimétricas la cooperación permite que un Estado logre un beneficio superior en términos de poder y esto conlleva a que el Estado menos beneficiado de la cooperación pueda tener un problema para garantizar su seguridad; por lo tanto, los Estados en la cooperación buscaran obtener ganancias relativas ya que no permitirán que otro Estado logre mayores beneficios en términos de recursos de poder.



Por el contrario, el realismo defensivo al poner énfasis en las probabilidades da lugar a una visión de la política internacional diferente a un juego de suma cero en el cual los Estados centraran sus preferencias en el corto plazo y en la búsqueda de las ganancias relativas sobre las ganancias absolutas.



El enfoque sobre las probabilidades que hace que el realismo defensivo permite, como tal cual lo refleja Jervis, que los Estados desplacen sus preferencias por las ganancias relativas en la cooperación si los requerimientos de seguridad están asegurados o no corren peligro en el corto plazo. Si esto logra darse, el realismo defensivo sostiene, a diferencia del neorrealismo, que cuando la probabilidad de conflicto es baja aumenta la probabilidad de cooperación, por lo tanto esta no se encontraría limitada por la estructura del sistema como sostiene Waltz.


Conclusión




Finalmente, luego de haber analizado las dos variantes de la teoria realista, se puede afirmar que tanto el realismo ofensivo como el realismo defensivo son dos vertientes propias e independientes del realismo clásico y el neorrealismo. Concuerdo con Stephen Brooks en que la división del realismo en dos vertientes permite la posibilidad de un dialogo mas productivo y también estoy de acuerdo con que el análisis de las probabilidades que efectúa el realismo defensivo ofrece una esperanza para el progreso en las Relaciones Internacionales ya que permite ver la política internacional de forma menos pesimista en la cual las relaciones de seguridad pueden ser positivas.



Particularmente, como reflexión propia, pienso que esta novedad que introduce el realismo defensivo al incorporar en su análisis la variable de la probabilidad le permite a la teoria realista tener un mayor poder explicativo debido a que logra adaptar elementos o supuestos que el realismo siempre ha descartado o visto de muy difícil realización como la posibilidad de la cooperación y la importancia del futuro. Además también creo que este cambio en las perspectivas con respecto al nivel de análisis que sostiene el realismo defensivo también le permite al realismo ser una teoria mas abierta y estar predispuesta a tener un debate interesante con otras teorías racionalistas como el Institucionalismo Neo-Liberal.



Por otra parte, la idea principal de este trabajo no consistió simplemente en diferenciar las dos vertientes del realismo sino también en poder ir mas allá de la correlación que normalmente se hace entre el realismo ofensivo y el realismo clásico de Morgenthau y entre el neorrealismo de Waltz y el realismo defensivo.



A raíz de esto, destaco como algo fundamental el desarrollo interna de cada teoria para que, de esta manera, no se establezcan relaciones directas entre una teoria y otra por el solo hecho de compartir ciertos supuestos ya que, por mas que esto suceda, las teorías tienen supuestos propios que logran hacerlas diferenciables de otras.


Bibliografía

.BROOKS, Stephen: “Dueling Realism: Realism in International Relations”. International organization. Vol 51, N 3 (Summer 1997).

.JERVIS, Robert: “Realism, Neoliberalism and Cooperation” Understanding the Debate. International Security. Vol 24, N 1 (Summer 1999), pp 42-63.

.MEARSHEIMER, John: “Liberal talk, realist thinking”. The University of Chicago Magazine. February 2002.

.MORGENTHAU, Hans: “Política entre las Naciones: La lucha por el poder y la paz”. Sexta edición revisada por Kenneth W Thompson. Editado por GEL (Grupo Editor Latinoamericano) 1986.

.WALTZ, Kenneth: “Teoría de la Política Internacional”. Editado por GEL (Grupo Editor Latinoamericano) 1988.

martes, 21 de julio de 2009

Rusia: una batalla en dos frentes, mercados armamentistas en pugna.



Por Matías Battaglia, licenciado en Ciencia Política de la UBA y especialista en RR II, Maestría en Relaciones y Negociaciones de Flacso-San Andrés.



La Federación Rusa se encuentra actualmente impulsando una importante estrategia de diversificación de mercados para su industria armamentista (motivada por la caída en ventas a China e India)[1]; la cual, al igual que la de la energía, obtuvo ventajas gracias a la herencia de infraestructura e investigaciones de la Unión Soviética. En esta primera década del siglo XXI se evidenció una toma de conciencia por parte de la dirigencia rusa de los “bienes soviéticos”, que habían caído en el olvido o cuando menos parálisis[2] durante la era Yeltsin; la industria energética y la industria bélica retomaron un puesto protagónico en la política rusa desde la gestión de Vladimir Putin. Inclusive quedaron intrínsicamente ligadas.
La capacidad de producción local de armamento esta garantizada por la capacidad de generar recursos de la industria energética (otorga al Estado ingresos que luego éste redistribuye), de otro modo sólo podría Rusia dotarse del mismo mediante ventas al exterior, lo cual le dejaría poco espacio para planificar una Política de Defensa de largo plazo; sería irracionalmente “dejada a los mercados”.
A su vez, las Fuerzas Armadas (FFAA) -su capacidad de intervención en áreas de interés tales como Asia Central- son las herramientas mediante las cuales Rusia limita[3] la presencia, en su esfera de influencia, de otras Grandes Potencias. Son utilizadas para coartar la avasalladora influencia económica (y política) que existe en las ex repúblicas soviéticas, de capitales europeos, norteamericanos, chinos e hindúes; se basa la praxis rusa en presionar a las elites locales dado que su seguridad depende de Moscú.
El mantener arreglos de provisión de armamento a precios preferenciales así como colaborar en la defensa de los “Tanes” (lo cual ayuda a los presupuestos nacionales de aquellos países, que se encuentran en casos al límite de la crisis) da a Rusia algún punto de negociación con los mismos. En materia energética ya no lo puede hacer, de hecho, la compra de energía a precios más bajos que los internacionales generan insatisfacción en los grandes vendedores -como Uzbequistán, Turkmenistán y Kazajstán-.

El escenario actual

El artículo no tratará al sector energético (donde las problemáticas son varias y las consecuencias no son desestimables) dado que, sus variables son relativamente estables (infraestructura y reservas) y los resultados de los incidentes o disputas actuales serán mensurables en el mediano/largo plazo. Por el contrario, en la industria armamentista, una en donde Moscú tiene menores ventajas en el mercado, la puja esta ya está presente y los resultados a la vista.
Desde el año 2007, año en el cual el impacto de la baja de compras de China fue sustantivo (40% en 2006 a casi un 20%), el país euroasiático ha intentado encontrar nuevos compradores para asimilar la pérdida del mercado más importante (asimismo, la tentativa de India de diversificar proveedores también genera hoy una pérdida en las ventas si bien todavía en 2007, por la caída compras chinas, ascendió a primer comprador con 28% del mercado ruso). En ese mismo año Venezuela y Argelia[4] aparecieron en escena y colaboraron con la industria, en 2007 fueron detrás de China (con 21%) los mayores consumidores, con 16% y 14% respectivamente. Malasia y Vietnam fueron importantes también para Moscú aunque con cifras menores, 9% y 5% respectivamente (el resto de mercados representó un 7%).
Un hecho que no puede ser obviado es, que China no causa tensiones sólo por detener la compra de armamento, las genera también porque es el eventual candidato a competir con Rusia. Restringe el alcance ruso en los mercados del tercer mundo, de hecho, la fuerza a competir por precios, algo que China no ve como desafío pero sí Moscú, ya que no dispone de un presupuesto nacional tan abultado[5]. El antiguo centro soviético es fuertemente dependiente de un factor para su supervivencia, y ese es, el recurso energético, no la industria bélica; el Estado ruso no puede transferir desde aquella industria productiva recursos económicos de manera permanente sin dañar la economía. China por su parte, por el crecimiento económico actual y el que se vislumbra en el largo plazo, puede elaborar ofertas[6] que son incontestables por parte de Rusia.
La latente rivalidad tiene origen en un suceso, la “brecha tecnológica” existente se achica; desde el comienzo del boom del comercio bilateral[7] los dirigentes chinos reclamaron que las ventas sean articuladas con la fabricación bajo licencia y transferencia de “know how y know why”. Ello de por si generó problemas tal y como se evidencia hoy (se aprende a fabricar determinados productos que se convierten en competencia), pero además, las copias ilegales mediante ingeniería inversa asestaron importantes golpes a la relación. Éstas iban desde modificaciones menores en los milímetros de sistemas antiaéreos hasta la construcción de aviones J-11B, cuya fabricación fue posibilitada por las transferencias de “kits” de componentes que eran originariamente dirigidos para los Su-27SK “Flanker Bs” (J-11) (el acuerdo se canceló pero ya se encontraba a la mitad, lo cual no evitó los mayores daños; es decir, ya se había transferido tecnología)[8].
A pesar de la gravedad del “problema chino”, otro frente también aqueja a la Federación Rusa; como consecuencia de que su presencia en numerosos mercados se encuentra comprometida y que las menores compras de China e India son difíciles de sustituir (la extensión de ambos mercados es difícilmente igualable y por ello se puede compensar sólo con múltiples pequeños/medianos mercados) está Rusia extendiéndose alrededor del mundo. Esto abre un nuevo capítulo de conflictos, ya que en los nuevos destinos Estados Unidos está presente. Según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) entre 2007 y 2008 varios países compraron productos de Rusia y los Estados Unidos: Brasil, Egipto, Grecia, Indonesia, Polonia, India, Turquía, Tailandia, Sri Lanka, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Paquistán, Marruecos, Perú e Irak[9].
El problema central de Rusia es la escasa posibilidad de alcanzar un acuerdo que garantice compras de largo plazo, donde pueda consolidar una alianza y crear un vínculo más allá de la economía coyuntural, creciendo en influencia política a la larga.
La razón reside en que la gran carta rusa es el sector aeronáutico, aproximadamente 56%[10] de las ventas en 2008 fueron de aquel sector. Pero si se considera que la capacidad de absorción de los “nuevos clientes”[11] es limitada, porque en muchos casos sus gastos están estrechamente ligados a la venta de materias primas -por ende son volátiles-, o simplemente, son economías de porte pequeño/mediano, queda claro que no existe posibilidad de replicar alianzas como la que se tuvo con China durante los 90’ (o asimismo la relación que se tuvo con India).
Según se estipula en estudios las ventas descenderán en 2010-2011/12 a causa de que no se podrán reponer las caídas de las compras chinas e hindúes[12]. Claramente los datos demuestran que los espacios disponibles de mercado son pocos; entre los 10 países que más invierten en defensa sólo dos (China e India) usan aeronaves rusas, cambios estructurales son difíciles de entrever, los riesgos para Moscú pueden entenderse de la siguiente manera “tener presencia en mercados no es suficiente, acuerdos sustanciales en cada uno de los nuevos mercados serán necesarios; de otro modo, la industria rusa se verá forzada a otro reajuste y a una minimización de actividades, afectándose la seguridad nacional”.

Utilización del pasado como garantía del futuro

El escenario del mediano/largo plazo es ciertamente lúgubre, y contrasta de manera significativa con el “auge” de los últimos años (donde las ventas alcanzaron en 2007: 7,4 mil millones de Dólares, 2006: 6,5 mil millones de Dólares, 2005: 6,1 mil millones de Dólares). Pero a pesar de ello Rusia puede mantener sus esperanzas porque tiene todavía “ventajas comparativas” para sostener a antiguos compradores. Inclusive, de efectuar políticas correctas, podría quizás cambiar el pronóstico.
Ante todo algunos de los miembros de la antigua Unión Soviética aún dependen de la protección/provisión de la Capital; la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO)[13] ha permitido articular la seguridad en manos del hegemón regional. Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbequistán entonces se hallan intrínsicamente ligados a él (más allá de los intentos de romper la cohesión por parte de China o Estados Unidos). Kazajstán y Rusia poseen un sistema integrado de defensa aérea y efectúan maniobras conjuntas; Uzbequistán y Kirguistán están integrados al sistema de defensa aérea del CSTO y al igual que el vecino del norte, participan en maniobras conjuntas (en Kirguistán además se encuentra una base rusa, en Kant); Tayikistán posee importantes lazos entre las Fuerzas y también mantiene una base rusa en su territorio (y comparte el aeródromo de Aini), Armenia tiene asimismo en su territorio una base rusa y recibe transferencias de armamento regularmente[14], por último, Bielorrusia[15] tiene también instalaciones rusas y los sistemas de defensa están entrelazados.
Y si se analiza puntualmente el caso de Asia Central se encuentra que hasta 2015 -aproximadamente- en ese área no habrá un incremento significativo de “influencias foráneas”[16] en términos de material de defensa y seguridad, esto esta dado porque los “Tanes” tienen mayoritariamente armamento de origen ruso y se limitarán a actualizar o reparar el existente. Asimismo, para tranquilidad de Moscú, las compras de armamento con el estándar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) son costosas[17]. En este punto tiene la delantera, en caso que se adquieran sistemas de armas, serán muy probablemente comprados en Rusia, ya que pueden tener los países centroasiáticos acceso a precios preferenciales si son miembros del CSTO[18].
En este punto de costos China ciertamente es una incógnita, dado que podría hacer ofertas competitivas. De todos modos se esperaría que, al estar ambos en la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), utilice Rusia el foro para discutir la “no injerencia” en materia bélica; cuestión que estratégicamente, Beijing (al tener mayores problemas en otras latitudes y además estar satisfecho por los acuerdos energéticos en Asia Central) podría aceptar.

Conclusión

Puede estimarse en base a lo analizado, que en el futuro, la posición rusa en los mercados armamentistas, será una con pocos grados de libertad[19]; tanto Estados Unidos como China agregarán presiones.
En lo que concierne a la competencia con Occidente las ventajas significativas están dadas sobre antiguos compradores/aliados. En primer lugar los “Tanes” no harán un recambio sustantivo de material en el corto plazo (2015 aprox.) y ello da tiempo para re-evaluar acuerdos hoy quizás no favorables[20] e inclusive se podrían llegar a ver cambios en la productividad de la industria rusa (mejorando la eficiencia y calidad); en segundo lugar, los menores costos de los productos rusos en términos generales -a nivel mundial- así como los beneficios por membresías al CSTO generan ofertas que países con pocos recursos no pueden rechazar; por último, con algunos países existe la posibilidad de intercambiar antiguas deudas soviéticas por armas (como Argelia), lo cual le permite ganar posiciones de mercado sin grandes esfuerzos (es decir, innovaciones o mejoras en la industria).
Merece ser destacado sin embargo, que en relación a los “nuevos mercados”, en los cuales las armas rusas y estadounidenses se enfrentan[21], no hay ventajas. Dependerá el éxito únicamente de la estrategia de ventas y de mejoras en la productividad/calidad; Moscú no tendrá el “high ground”[22].
Con respecto a China sólo existe una ventaja, y es para los productos de alta tecnología, aquellos que aún Beijing no ha podido alcanzar o perfeccionar (aviación naval, propulsión nuclear de submarinos, transporte aéreo de largo alcance, entre otros); la competencia por las armas de baja/media tecnología será únicamente detenida por compromisos políticos.
En el futuro la industria de defensa rusa afrontará problemas que estarán vinculados a los siguientes ítems a) saturación de mercados-incapacidad de encontrar nuevos mercados que absorban la antigua demanda china e hindú, b) mejor calidad de productos competidores/mejor precio de productos competidores, c) límite de producción de la industria[23], y por último, d) menores recursos, en tanto la fuerte competencia por los hidrocarburos y la infraestructura energética[24] de Asia Central generará que lentamente, pero de manera certera, deba Rusia comenzar a pagar más por el gas y petróleo que importa (y en casos, reexporta) -desde Kazajstán, Uzbequistán, Turkmenistán-, teniendo el Estado un presupuesto nacional menos voluminoso.


Bibliografía

-Guy Anderson, Craig Caffrey, “Can Russia take on the US in global market?”, Jane´s, Junio 2009

-Liu Jin, “China, Russia: Closing the Technology Gap”, Stratfor, Marzo 2009
-Roger N. McDermott, “Kazakhstan´s Defense Policy: an assesement of the trends”, SSI, Febrero 2009

-Vladimir Petrov, Guy Anderson, “Can Russia mantain it´s defence export growth?”, Jane´s, Diciembre 2008

-Michael T. Klare, “Planeta Sediento, Recursos Menguantes”, Cap 8, Ed.Tendencias, 2008

-Konstantin Makienko, Dmitry Vasiliev, “Russia on the Arms Market in 2006”, Moscow Defense, 2 (8) 2007

Citas.

[1] Guy Anderson, Craig Caffrey, “Can Russia take on the US in global market?”, Jane´s, Junio 2009/ Konstantin Makienko, Dmitry Vasiliev, “Russia on the Arms Market in 2006”, Moscow Defense, 2 (8) 2007. Mayores compradores hasta hace pocos años; entre ambos eran responsables de 60%-70% de las ventas rusas de productos bélicos (en 2009 representan combinados únicamente 20-30%).

[2] En materia energética se pudo observar la privatización de numerosas empresas, oleoductos/gasoductos, yacimientos (la misma Gazprom fue privatizada, a pesar de retener 39,4% de las acciones el Estado no era el socio mayoritario); asimismo, la industria bélica se encontró en caos al no existir una política de estado, desde luego, el comprador principal durante el Comunismo, las FFAA se encontraban en crisis. Afortunadamente para el país, China a causa del embargo europeo causado -por la represión de la Plaza Tiananmen- necesitó de un aliado para “armarse”. Rusia pudo ocupar ese rol, lo cual permitió a la industria funcionar bajo un modelo de exportación.

[3] O por lo menos lo intenta.

[4] Cambio de deudas por material, prestamos y recursos excedentes en las arcas del Estado, fueron clave para hacer que los países sean importantes compradores.

[5] Comparando el tamaño de las economías, tercera y novena economía mundial (2008):
China PBI 3, 860,039 millones de Dólares – Rusia PBI 1, 607,816 millones de Dólares.

[6] Una suerte de “Dumping”, perdiendo ganancias en un principio para quitar a la competencia, porque se sabe que en el futuro se ganará más.

[7] Década del 90’.

[8] Liu Jin, “China, Russia: Closing the Technology Gap”, Stratfor, Marzo 2009

[9] Guy Anderson, Craig Caffrey, “Can Russia take on the US in global market?”, Jane´s, Junio 2009

[10] Aviones de combate.

[11] Los clientes además de India y China.

[12] Vladimir Petrov, Guy Anderson, “Can Russia mantain it´s defence export growth?”, Jane´s, Diciembre 2008

[13] Acrónimo anglosajón.

[14] Por lo menos hasta la Guerra Ruso-Georgiana, que generó que el último anule la posibilidad de paso por su país para llegar a Armenia.

[15] Se tiene en cuenta la negativa actual del país a asistir a la cumbre del CTSO pero se espera, sea una problemática menor; que sea la manera de llamar la atención de Moscú, no un alejamiento de Rusia.

[16] Estados Unidos-China.

[17] No disponen los países de recursos como para cambiar radicalmente los materiales de sus FFAA en el corto plazo.

[18] Originado el beneficio como corolario del “15th CSTO Summit” de 2007.

[19] El tener a otros países bajo su órbita en materia de defensa mediante la CSTO ayuda, pero no se considera que pueda evitar -si otros actores pueden contraofertar- que se pierda influencia; después de todo, si las armas que adquieren son provenientes de otros países y en menor número de Rusia, será una cuestión de tiempo para que se pierda el control. Por ello, la eficiencia, calidad y productividad entran en juego; las lealtades cambiarán según cambie la conformación del equipamiento de las FFAA.

[20] Probablemente haciéndose concesiones en materia energética.

[21] Excepto el caso de India, con quien tiene una relación previa.

[22] Posición de altura donde en las batallas medievales se obtenía una ventaja clara.

[23] Si se hace caso a las declaraciones de Alexander Fomin del Servicio Federal para la Cooperación Militar de Rusia, en relación a que “la industria alcanzó su techo” (21 de Mayo 2009).

[24] Es decir, la construcción de oleoductos/gasoductos que eviten el paso por Rusia y por ende ésta pueda controlarlos. Perdiendo el monopolio energético y la capacidad de colocar precios en el mercado energético.

jueves, 16 de julio de 2009

3 temas para releer a Mackinder.

Por Juan Pippia, licenciado en Ciencia Política de la UBA y estudiante de la maestría de Relaciones y Negociaciones Internacionales de Flacso-San Andrés.

En un reciente artículo, titulado “La venganza de la geografía” publicado en Foreign Policy Edición en español, Robert Kaplan vuelve a poner en la agenda de las Relaciones Internacionales la vigencia e importancia de la geopolítica. El artículo, hace una revisión de los principales temas de la política internacional pero son analizados, con una mirada centrada en la geopolítica. En el artículo, conceptos como fronteras naturales, espacios, accidentes geográficos, territorios y recursos reemplazan a términos como regionalismo abierto, arancel externo común, interdependencia, conectividad e impacto ambiental. En resumen, se trata de un texto imperdible.

A continuación, enumero 3 temas que no advierte Kaplan en su artículo y, sin embargo, merecen ser analizados desde una perspectiva propia de la geopolítica.

1) El pensamiento estratégico brasileño: Como todos saben, entre los años 2007 y 2008, Petrobrás descubrió los mayores yacimientos petrolíferos de los últimos 30 años. Una vez que se comiencen a explotar, Brasil pasará al, cada vez más reducido, club de los países exportadores de crudo.

Sin embargo, nunca fue noticia la reiterada insistencia de la Marina y del Ministerio de Defensa brasileño, sobre la importancia del Océano Atlántico, en la estrategia general de Brasil. En un intento de concientizar a su sociedad, los estrategas brasileños, denominaron a su mar territorial como “Amazonía Azul”. Sabían el 90% de su comercio exterior pasa por el mar y así como también - mucho antes de que se realizaran los descubrimientos de Petrobrás – sabían que sus potenciales reservas, solamente podrían encontrarlas off-shore. De esta forma, no debe sorprendernos que en su Plan Estratégico para la Defensa Nacional (2008) adviertan que es prioritario desarrollar la capacidad para… A) Negar el uso del mar a una fuerza hostil B) Control de áreas marítimas y C) Proyectar poder. A diferencia del tsunami de 2004, que dejo en evidencia las insuficiencias de la Marina de China (por sus siglas en inglés, PLAN), el accidente de Air France 447 revelo la creciente capacidad de la Marina brasileña.

2) La militancia regional de Sudáfrica: Probablemente, todos sepan que Sudáfrica será la sede del próximo Mundial de Fútbol. Pero, seguramente, desconocen que Sudáfrica es una Potencia Media que se está erigiendo como el arquitecto institucional y geopolítico de su continente. Bajo el liderzazo de Pretoria, se construyeron y se están desarrollando los principales mecanismos de Regional Governance.

En su haber se encuentra la SACU (South African Custom Union) un área de libre comercio integrada por Sudáfrica, Namibia, Bostwana, Lesotho y Swazilandia.

Luego motorizo la transformación de la SADC (Southern African Development Community) en una organización para promover el desarrollo económico, la planificación conjunta y la seguridad regional. La SADC, totaliza 15 miembros y se extiende por todo el Sur de África.

Por último, junto a Nigeria, protagonizo la reconversión de la Unión Africana (UA). La misma, tiene por objetivos promover la integración regional, coordinar políticas y efectuar distintos programas. Cuenta con un Parlamento y con un pequeño Consejo de Seguridad, a nivel regional, denominado Peace and Security Council, al cual 15 países se adhirieron. Este órgano tiene la facultad de instrumentar Misiones de Paz de la ONU y se encuentra legalmente posibilitada de intervenir en asuntos internos de los Estados, cuando se sucedan situaciones críticas, como crímenes de lesa humanidad.

En síntesis, podemos afirmar que Sudáfrica utiliza a las instituciones regionales como mecanismos de propagación de la paz, crecimiento y estabilidad. Creando una serie de círculos concéntricos, de “doble mano”: es decir, por un lado actúan como Buffer Zone, frente a la inestabilidad y los spill over de los conflictos regionales. Pero al mismo tiempo, disfrazándose en ropajes de las instituciones regionales, son una discreta forma de proyectar influencia por parte de Pretoria.

La estrategia de Seguridad Energética de Japón: Los japoneses son los 3° consumidores globales de crudo. Sin embargo, - más allá de la energía nuclear - no poseen reservas de crudo ni de ningún recurso energético. Sumada a la carencia energética, la Seguridad Energética de Japón debe lidiar con una dinámica de seguridad regional, poco favorable a sus intereses. Si prestamos atención al mapa del Noreste de Asia, notaremos que Japón se encuentra:

Amenazado por el desarrollo misilístico y nuclear de Corea del Norte.

Apoyando la construcción de oleoductos y gasoductos provenientes de Rusia, a pesar de conservar un diferendo limítrofe (Islas Kuriles) y de la reiterada voluntad de Moscú de utilizar, políticamente sus recursos energéticos.

Temeroso del ascenso de China. Temor que reviste varios matices…

1)Se sostiene un diferendo limítrofe sobre las Islas Spratley; en cuyas aguas adyacentes se especula con la existencia de reservas de hidrocarburos.
2)China podría bloquear o sabotear los proyectos y planes japoneses para proveerse desde Rusia o Asia Central.
3)En caso de un conflicto mayor (como por ejemplo Taiwán) China podría bloquear el Estrecho de Malaca poniendo en riesgo el abastecimiento de Japón.
4)A pesar de contar con una menor espalda financiera Beijing puede ofrecer mejores ofertas a aquellos Rouge-State petroleros. Esta ventaja la sostiene gracias a su política de no intervención en asuntos internos, su avanzada industria militar que utiliza como carta de negociación y sobretodo el respaldo que puede ofrecer desde su silla en el Consejo de Seguridad.

A pesar de ser ambos aliados de los EE UU, la relación Seúl-Tokio aún no puede ser denominada de cooperación. Existen todavía recelos que impiden el desarrollo de una agenda conjunta.


En síntesis, la Seguridad Energética de Japón presenta dilemas que, holgadamente, sobrepasan el plano económico-energético y deberán resolverse en el plano de la estrategia, la seguridad y, por supuesto, la geopolítica.