sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Adiós Primacy, hola Concierto?

Por Juan Pippia, licenciado en Ciencia Política por la UBA y estudiante de la Meastría de Relaciones y Negociaciones Internacionales por Flacso-San Andrés.


En una nota publicada en diciembre de 2008, Carlos Escudé advertía sobre tres nodos de intereses encontrados. En primer lugar, Medio Oriente, luego el Sur de Asia y por último, pero no menos importante, el ex espacio soviético. Dichos nodos presentan la mayor conflictividad global y los mayores desafíos en materia de seguridad, para Washington. Los mismos se articulaban como un nudo Gordiano, siendo imposible ser abordados al mismo tiempo.

Para reforzar la presencia en Afganistán (Asia del Sur) los estadounidenses deberían retirar tropas de Irak. Pero si retiran tropas del convulsionado país, pueden poner en peligro la reciente estabilidad lograda tras la consolidación de la estrategia surge. Y, de esta manera, dejarían un escenario ideal para la proyección de influencia iraní. Quien, aprovechando el vació de poder dejado por los americanos, podrían comenzar a evaluar, seriamente, la posibilidad de transformarse en la verdadera Potencia Regional del primer nodo: Medio Oriente.

Al mismo tiempo, si India incrementa el despliegue de tropas en su frontera con Pakistán, como producto de la actividad terrorista que el 2008 dejo un sangriento saldo, Islamabad se verá en la obligación de trasladar tropas a su frontera con India y desproteger su caliente y porosa frontera con Afganistán.

En cuanto al tercer nodo, el ex espacio soviético, Rusia tiene cartas que jugar en los restantes nodos. En cuanto a Medio Oriente, su carta consiste en la asistencia científico-tecnológica a favor del programa nuclear iraní y la venta de modernos sistemas de armas, como misiles antiaéreos que buscan proteger a Irán de una eventual agresión estadounidense o israelí. Estás dos cartas que juega con Irán, perfectamente, podría presentárselas a otros Estados de la región, ansiosos de no quedarse rezagados.

En cuanto a Asia del Sur, las cartas de Rusia son principalmente dos. En primer lugar se encuentra la competencia geopolítica con Washington en Asia Central. Más precisamente, en cuanto a la colocación de bases. Los americanos necesitan bases aéreas en Asia Central para proveerse de suministros vitales que nutren al esfuerzo bélico en Afganistán. En este sentido, la carta de Moscú sería dejar de presionar a las republicas de Asia Central para que estas cedan territorio para el alquiler de bases. La cooperación en materia de inteligencia contra-terrorista podría ser otra carta que, eventualmente, Moscú ofrecería.

En síntesis, lograr la cooperación de Moscú en los nodos de Medio Oriente y Asia del Sur solo se podría lograr aceptando ceder en el nodo del ex espacio soviético. Esto significa, abandonar los planes de expansión de la OTAN hacia Ucrania y Georgia y archivar la colocación del escudo misilístico en Europa Oriental. En palabras de Escudé “El precio de la cooperación del Kremlin frente a los ayatolas iraníes parece ser, por lo menos, la eliminación de la estrategia estadounidense de tender un cerco militar alrededor de Rusia” (Carlos Escudé, “Estado del mundo 2009”, Diario La Nación, 26 diciembre 2008).

La decisión del presidente Obama, de cancelar el proyecto misilístico, parece indicar – a todas luces – que Washington ha evaluado a Rusia como una amenaza menor que la conflictividad de los nodos de Medio Oriente y Asia del Sur. Como para que no queden dudas, al día siguiente de las declaraciones de Obama, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirma que se debería explorar el potencial de ligar los sistemas balísticos de defensa de los EE UU, la OTAN y Rusia (Agencias AP, AFP, EFE y Reuteres “La OTAN abre una nueva era con Rusia”, Diario La Nación, 19 septiembre 2009)

Aún siendo muy temprano para evaluar las implicancias que este anuncio tendrá, si podemos especular con respecto a que señales se encuentra emitiendo Washington y de esta forma, dilucidar cuales son sus nuevas prioridades estratégicas.

En el plano de la Grand Strategy, la administración Obama parecería que se encuentra dispuesta a sincerar que la futilidad de la estrategia de Primacy. Dicha estrategia, seguida con mayor o menor intensidad desde la era Clinton y que tuvo su apogeo con la invasión de Irak, afirmaba que la mejor garantía para la paz y estabilidad global era asegurar la preponderancia del poder militar de los EE UU. La desarticulación del escudo, junto a una diplomacia más consensual y a un menor ejercicio del poder de forma unilateral, parecería indicar que los EE UU buscan ahora una estrategia de Concierto. Definida esta como el sostenimiento del liderazgo internacional estadounidense, pero sobre la base del consenso y dialogo con las otras Grandes Potencias.

Un análisis desde la geopolítica, nos indicaría que la expansión de la OTAN y, de forma más indirecta, de la influencia de EE UU en Europa Oriental, parecería llegar a su límite. El abandono del proyecto misilístico desjerarquiza a Europa de la agenda estratégica de los EE UU. Finalmente, se le reconocería a Rusia un esfera de influencia en Europa Oriental – con epicentro en Ucrania - pero con mayor intensidad, en el Caucáso. Al mismo tiempo, confirmaría la profundización de la inserción norteamericana en Asia, particularmente, el Medio Oriente, Asia Central y, en menor medida por ahora, en Asia del Sur.

En un plano más táctico, el anuncio de Obama, ratifica que la Guerra de Afganistán es la prioridad número uno de su Administración. Efectivamente, la cancelación del escudo y, de forma más indirecta, la desarticulación de la hipótesis de conflicto con Moscú, liberará fondos que – de otro modo - hubiesen ido hacia sistemas de armas y equipo convencionales (como tanques, blindados, bombarderos estratégicos y otras “armas grandes”). En cambio, ahora serán transferidos hacia el sector no convencional (como fuerzas especiales, aviones de apoyo cercano, helicópteros y otras “armas ligeras” que son más propias para combatir una guerra de guerrillas).

En síntesis, el anuncio de la suspensión del escudo misilístico, abre la posibilidad de una amplia reconfiguración de las prioridades estratégicas de Washington.

Aún desconociendo sus alcances reales, no sería desatinado especular con la posibilidad de ver a unos EE UU cada vez más concentrados en los asuntos asiáticos y que gradualmente comienza a desentenderse de la defensa de Europa. Este desentendimiento, no lo hace en orden de delegar el poder hacia una Europa más autosuficiente en materia de seguridad. Sino por una obligada economía de recursos a la que Washington debe someterse, de no querer ser presa de lo que Paul Kennedy denomino over-stretching. Es decir, hacer sangrar a su economía nacional en función de cumplir con una desbordante agenda de compromisos estratégicos, desparramados por todo el globo.

En resumen, la cancelación del Escudo misilístico y la probabilidad de entrar en una estrategia de Concierto pueden explicarse como una nueva apreciación que realiza Washington de su poder (en baja), del desgaste de la unipolaridad y del cansancio (sobretodo en términos de recursos militares) del ejercicio del poder de forma unilateral. La estrategia de Primacy, que impero casi por completo desde el fin de la Guerra Fría, podría estar llegando a su fin y dado la prioridad de Afganistán, el primer frente a ceder sería Europa Oriental.

6 comentarios:

Leonardo Funes dijo...

Que buenos artículos que seguis produciendo! Mi blog, por el que llegué a ustedes, cumple un año, y va mi agradecimiento hacia tu persona. Un saludo Juan.

Tacitus dijo...

Hola,

Después de leer el artículo es interesante hacer un par de observaciones:

No es que Estados Unidos canceló el programa entero, solo la instalación del radar en Republica Checa y la batería de interceptores en Polonia, los radares y los silos interceptores en Alaska siguen estando, los radares en las islas del pacifico también. Lo único que hizo fue redirigir parte de recursos al desarrollo de un escudo basado en radares flotantes y los destructores Aegis, en palabras de Robert Gates: Desarrollar un escudo móvil capaz de ser desplegado en cualquier parte del mundo. Es un discurso que sigue apuntando a primacía todavía.

La segunda observación que me llama la atención es donde decís que los Estados Unidos le entregaron una esfera de influencia en Europa oriental con epicentro en Ucrania.

En Europa oriental políticamente la mayoría de los gobiernos son pro-occidentales y con fuertes resentimientos hacia los rusos, económicamente son cada vez más interdependientes con los europeos, militarmente la mayoría son miembros de la OTAN… Estas diciendo que los Estados Unidos entregaron así nomás a República Checa y Polonia bajo la esfera de influencia rusa, es una afirmación muy fuerte…

En todo caso los rusos salieron perdiendo, por que si eso le permite a EE.UU. concentrar sus fuerzas en Asia central, están permitiendo que los americanos afecten con mayor fuerza intereses mucho más estratégicos que los que pudiera tener en Europa Oriental.

También me sorprende la definición que das de concierto como el sostenimiento del liderazgo internacional estadounidense, pero sobre la base del consenso y dialogo con las otras Grandes Potencias, estos es multilateralismo simplemente, hablar de concierto es un salto demasiado radical.

Tacitus dijo...

(cont.)

Generalmente el Concierto se aplica a una situación muy específica:

El concierto es un condominio de grandes poderes que refleja el balance existente entre sus miembros y surge principalmente después de una guerra entre grandes poderes donde el hegemon ha sido derrotado y la predistribución subsecuente de poder es pareja entre los estados victoriosos.

Es un acuerdo en que los grandes poderes no tienen incentivos para desafiarse militarmente y acuerdan formar un sistema de reglas para coordinar sus acciones entre si, incluso con los poderes menores del sistema y por lo general implica establecimiento de esferas de influencia.

El acuerdo surge principalmente por que los grandes poderes victoriosos provinieron de una alianza formada contra el agresor. No tienen mucho para ganar atacándose entre si debido a la paridad en el balance de poder lo que los lleva a mantener el estatus quo y evitar otra guerra hegemónica que podría ser demasiado costosa.

El balance coordinado que toma lugar dentro del concierto no viola el interés nacional de los grandes poderes. Los conciertos duran pocos años en especial debido a los cambios en el balance de poder, de hecho cuando tienen una disputa, el interés nacional determina la política en cada bando haciendo colapsar el concierto como resultado.

Es posible forzar esta definición para encajarla en tu articulo, pero hay demasiados temas conflictivos con los rusos, como Irán, y la presencia americana en Asia Central.

Por último hablar de sobre-extensión norteamericana en términos de Paúl Kennedy hay que hablar en términos de la teoría de él, que por cierto el pronóstico en el 87 que EE.UU. se caía y no paso nada. Sus críticos lo rebaten con el argumento de su propia teoría que dice que la sobre-extensión se produce cuando una gran proporción de los recursos nacionales es capturada por un aumento constante de impuestos y que esos recursos son dirigidos a propósitos militares en vez de la creación de riqueza llevando al debilitamiento del poder nacional.

Aquí los hechos: EE.UU. está gastando aproximadamente un 5% de su PBI en gastos militares en línea con el promedio mundial y con baja de impuestos tanto en la presidencia de Bush como de Obama.

Respecto a la creación de riqueza nacional, ahora está pasando por una crisis económica, pero Estados Unidos sigue siendo el primer inversor en investigación y desarrollo a nivel mundial en sectores tecnológicos claves, es el primer o segundo receptor de inversión extranjera directa, lo mismo en productividad y competitividad entre otros elementos. Si se comparan los indicadores usados por Paúl Kennedy, no existe comparación alguna de los indicadores de EE.UU. y los casos estudiados por él que permitan una inferencia de sobre-extensión.

Saludos.

Juan Pippia dijo...

Gracias a vos Leonardo, por seguir leyendonos. Pd nuestro blog cumplio un año hace poco.
Pd 2 Cuando vas a postearnos un artículo? Como por ejemplo el que presentaste en la SAAP...

Saludos

Juan Pippia dijo...

Hola Tacitus. Aquí va mi "derecho a replica".

En referencia al escudo: Nadie dijo que se cancelo el programa entero, sino que se cancelo la colocación de los misiles en dichos países. Y dicha noticia tiene un fuerte impacto profundo en dos esferas. En lo simbólico-mediático que denota – no diría impotencia- pero sí insuficiencia. Y, en segundo lugar, un claro guiño a Rusia.

En referencia a Europa Oriental. Ciertamente, la mayor parte de Europa Oriental sigue bajo influencia de UE-EE UU (con la excepción de Bielorrusia y, en menor medida, Ucrania) No obstante, la decisión de Obama es la primera vez que la influencia de EE UU-UE-Occidente retrocede ( o mejor dicho, no avanza) desde la finalización de la Guerra Fría. Hasta la decisión de Obama, la esfera de influencia occidental se extendía constantemente. Primero ingresaban a la OTAN, luego a la UE; primero los más cercanos a Occidente luego los más alejados. Pero la decisión de Obama, más el decline económico (por ahora más coyuntural que estructural) y la creciente influencia rusa, gracias a los precios de la energía, (en estos momentos reducida, pero en el largo plazo promisoria) nos advierten que podemos estar en presencia del límite de la influencia estadounidense en Europa Oriental. Por decirlo más fácil, “hasta acá llegamos muchachos”

En referencia al concepto de Concierto. Considero muy acertada tu definición y no me sonrojo en admitir que hice – citando a Sartori – un estiramiento conceptual. También di por implícito el hecho que el Concierto sería entre los aliados de los EE UU. En mi definición de Concierto no entrarían ni Rusia ni China y menos Irán.

En referencia al concepto de Kennedy de sobre estiramiento: Es cierto que los EE UU gastan muy poco de su PBI en defensa. Pero considero pertinente trasladar el concepto de sobre estiramiento a la cantidad de compromisos estratégicos que los EE UU tiene asumidos. Me refiero por compromisos estratégicos a los acuerdos de seguridad donde los EE UU se compromete a luchar o asistir en caso de que su aliado se vea agredido. En este sentido, hago mías las líneas de Michael Klare (“Guerras por los recursos”) que advierte que los EE UU se han declarado garantes de la provisión de crudo global y, por lo tanto, se involucran (a menudo, militarmente) en múltiples compromisos estratégicos.

En referencia al crecimiento económico, del cual no hable en el artículo, te admito el liderazgo tecnológico e innovador de los EE UU. Pero me pregunto hasta cuando. En ese sentido, recuerdo a Layne y los ritmos diferenciales de crecimiento.

Para cerrar, te felicito por la muy aguda crítica que presentaste y te comento que me encantaría poder postear algún trabajo tuyo.

Saludos.

Nico dijo...

Tacitus, muy buenas tus criticas. Saludos!