martes, 8 de julio de 2008

Implicancias estratégicas del rescate de Ingrid Betancourt.

Mucha tinta se va a derramar sobre este cinematográfico rescate. Desde el costado humano y psicológico hasta las especulaciones sobre si Ingrid se presentará o no como presidente. En el siguiente artículo analizare las implicancias estratégicas del rescate que básicamente pueden dividirse en dos líneas. La primera es lo que denomino el triunfo de la vía militar como herramienta de política y en segundo lugar, pero probablemente más importante, son las implicancias que tiene el triunfo de la vía militar en Colombia sobre el equilibrio de poder en Sudamérica.

El triunfo de la vía militar.

La guerra con las FARC lleva 4 décadas y como bien lo explicó Ingrid, hasta el gobierno de Uribe se alternaron sucesivamente gobiernos que optaban por la vía negociadora y gobiernos que optaban por la vía militar. El resultado fue que nunca se terminaba de liquidar a la guerrilla.

El escenario comenzó a cambiar en 1999/2000 con el estrechamiento de las relaciones Bogota-Washington y el formidable incremento de la ayuda militar en el marco del Plan Colombia. Esta alianza se fortaleció con 2 hechos: uno exógeno, los atentados del 11-S y otro endógeno: la llegada al poder de Uribe en Colombia.

Luego del 11-S, desde el Departamento de Estado se enmarco a las FARC como una agrupación terrorista y desde el Pentágono se procedió a incrementar la ayuda militar convirtiendo a Colombia en el 3° o 4° país receptor de la misma, solo por de bajo de Israel, Egipto y Arabia Saudita. Financiaron la compra de armamento, equipos, helicópteros y tecnologías de combate pero lo más importante fue su contribución al Know-how del Ejército colombiano. Gracias a unos 70 hombres de las Fuerzas Especiales del Ejército de los EE UU (SF) el Ejercito colombiano adquirió vitales conocimientos en combate Contra-Guerrilla, guerra en la selva, tácticas de infiltración y no menos importante, como ganarse a la población local de forma tal que esta aporte información y no proteja a la guerrilla. Los americanos aprendieron esto en escenarios similares como Vietnam y el Salvador y evidentemente su experiencia les fue útil a los colombianos.

Luego de años de duro trabajo, el Ejército colombiano, se convirtió en una muy precisa herramienta de política. Uribe pudo atreverse a una muy arriesgada misión ya que sabía que contaba con una óptima herramienta y pudo dejar de lado la vía negociadora casi por completo. Solo accedió a esta alternativa por presión de los familiares de los secuestrados o por los países vecinos, especialmente Venezuela. Sin embargo, Uribe apostaba de lleno a la vía militar, sabía que cada día que pasaba su Ejército incrementaba sus capacidades mientras que la guerrilla se debilitaba más.

La férrea voluntad de Uribe de apoyar la vía militar tuvo su antecedente en marzo de este año, cuando una incursión del Ejército colombiano en territorio de Ecuador, dio muerte al número 2 de las FARC: Raúl Reyes.

En conclusión, podemos afirmar que Colombia tiene plena confianza de su instrumento militar. Esta, probablemente, “tiente” a Bogota (aún sin Uribe al poder) a recurrir con más frecuencia a las FFAA.

Hacia un nuevo equilibrio de poder en Sudamérica.

La lectura que las naciones sudamericanas van a realizar es la siguiente: Si Bogota tiene la capacidad y la voluntad de ejercer su herramienta militar y esta además es exitosa entonces estamos frente a un nuevo equilibrio de poder. Y como todo desbalance, este también producirá una reacción en sus vecinos (en primer lugar Caracas / Quito y en menor medida Brasilia para quienes este desbalance no pasara desapercibido).
Es imposible predecir con exactitud como reaccionarán las unidades políticas ante este nuevo equilibrio, sin embargo, podríamos anticipar una aceleración de la carrera armamentista que viene experimentando la región desde el 2003-04. Muy probablemente encabezada por Venezuela.
Una segunda implicancia será, muy posiblemente, una mayor prontitud de Brasil para materializar el Consejo de Defensa Sudamericano. Esta iniciativa podría contener y amortiguar una posible escalada de la tensión entre Colombia y Venezuela. Simultáneamente podría demostrar un claro liderazgo de Brasil en materia de seguridad que le sirviese para su postulación como miembro permanente al Consejo de Seguridad de la ONU.

En conclusión, un nuevo equilibrio de poder esta amaneciendo en Sudamérica. Colombia se muestra más asertiva y segura de si misma. Venezuela buscara incrementar su capacidad militar pero queda con signos de interrogación como definirá su relación con su vecino y con las FARC. Por último, podemos afirmar que Brasil, la verdadera potencia regional, buscara ganar protagonismo impulsando foros como el Consejo de Defensa. Ante esta iniciativa surgen dos incógnitas. En primer lugar ¿Serán efectivos los mecanismos de Seguridad Cooperativa? Y en segundo lugar, si los mismos se muestran insuficientes y aumenta la tensión Brasil se transformara en un potencia regional pero limitada al ámbito económico y su postulación para el Consejo podría verse masillada por no poder haber podido contener a las partes en pugna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tras haber leido este escrito sobre las posibles implicaciones de la muy nombrada operación jaque que permitió devolver a la libertad a 15 secuestrados de las FARC, por cierto los secuestrados de mayor peso político. Creo importante decir que:

• Es recurrente leer sobre el cambio militar que se dio en Colombia a partir del gobierno de Alvaro Uribe, sin embargo y como lo dice el artículo, es aun más interesante pensar que un gobierno que se recuerda como negociador e incluso como débil ante acciones de las FARC como fue el gobierno de Pastrana el que empezó a implementar una reforma al interior de las Fuerzas Militares, sobre todo tras la crisis de estas entre los años 1997 y 1998, cuando las FARC, estratégicamente hablando mostraron mayor capacidad
• Ahora bien, hay que recordar que más allá de los logros del ejército colombiano antes del gobierno de Uribe y del claro debilitamiento de las FARC vinculado evidentemente a la ayuda y cooperación con Estados Unidos, la experiencia de los militares colombianos es notoria, y el ejemplo más claro seria la participación de muchos de los militares retirados, en calidad de contratistas, en operaciones de contrainsurgencia y guerra de guerrillas que se desarrollan en Irak.
• Finamente, frente a la posibilidad de una Colombia militarmente fortalecida en la region hay que reconocer como hito fundamental, a mi parecer, la intrusión al territorio ecuatoriano, con o sin previo aviso, y que claramente mostró un cambio del tradicional manejo del conflicto armado que el gobierno colombiano le daba, tendiente a la mantenerlo dentro de las fronteras, a una acción que hace más evidente la lucha contra el terrorismo en Suramérica, fuera de las fronteras colombianas y con apoyo estadounidense, y hoy con la mencionada operación que liberó a Betancourt el gobierno colombiano puede adoptar un aire triunfalista apoyado por Estados Unidos, sin embargo hay que preguntarse si será capaz de mantener este perfil, que la lleve en lo interno a finalmente derrotar a las FARC y al mismo tiempo en el exterior a tener un mayor posicionamiento frente a sus vecinos.