martes, 26 de agosto de 2008

Rusia se queda.

El pasado 25 de agosto, el parlamento ruso reconoció la independencia de Abjazia y Osetia del Sur, cuando todavía sus tropas no se habían retirado de Georgia. La declaración, como era de esperarse, causo estupor y rechazo en Occidente desde donde se sostiene que la integridad territorial de Georgia no debe ser alterada. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy en su calidad de presidente temporal de la UE, convoco a una reunión-cumbre para el 1° de septiembre para definir una política común frente a Rusia.
La Canciller alemana Angela Merkel pidió “unidad de la UE frente a Rusia” y también ratificó el compromiso de la UE con la integridad territorial de Georgia. Sin embargo, esta preocupación muy dificilmente sobrepase la vía diplomática-simbólica y de ninguna manera pasara a un compromiso más profundo. Como evidencia tan solo basta con recordar la Cumbre de la OTAN en Bucarest del año pasado. En ese entonces, Georgia y Ucrania pidieron ser aceptadas en la Alianza. Pero, a pesar de la importancia que Occidente le confiere al BTC, el ingreso de Georgia fue vetado, principalmente por los europeos que tenían provocar a Rusia. Poniendo en evidencia hasta donde llega el compromiso de los europeos.
Seguramente la Cumbre de la UE del 1° de Septiembre concluya con rimbombantes declaraciones a favor de Georgia y su integridad territorial (a esta altura, ilusoria), pero no procederán más allá de lo simbólico.

Durante mucho tiempo, Georgia expreso sus fundamentadas preocupaciones por la injerencia rusa en Abjazia y Osetia del Sur. En reiteradas oportunidades, pudo demostrar los vínculos entre Moscú y los grupos separatistas. De hecho, todos en Occidente sabían que Rusia estaba muy interesada en desmembrar a Georgia y engullirse parte de su territorio. Tbilisi no ejercía su soberanía ni en Abjazia ni en Osetia del Sur desde principios de los 90 cuando sus tropas fueron derrotadas por los separatistas. Sin embargo, estos últimos no pudieron trasladar su victoria militar a una victoria política ya que nadie en con una silla en la ONU les reconoció su independencia, a pesar que de facto lo eran.
Recuperar la soberanía efectiva sobre las dos regiones tiene para Georgia 3 fundamentos. En primer lugar; pasa por un plano nacionalista. Como cualquier otro Estado-Nación su identidad pasa también por su territorialidad. En segundo lugar, hay una plano de seguridad nacional, es decir, estas regiones actuarían como un buffer zone frente a Rusia. Y en tercer lugar, la viabilidad económica de Georgia, pasa en gran medida, por la seguridad que le pueda ofrecer al oleoducto BTC, si el oleoducto tiene que ser cerrado por razones de seguridad (como sucedió recientemente) Georgia pierde ingresos por derecho de paso. Los separatistas saben muy bien que de tener que negociar con Tbilisi, su mejor carta, es su promesa de no atacar al oleoducto.

A pesar de los esfuerzos (diplomáticos) de Occidente, será muy difícil retrotraer la situación al 7 de agosto del 2008. Muchos analistas consideran que la independencia de Osetia del Sur es ya casi un hecho y que pregunta pasa por cuando será absorbida por Rusia. De suceder así, estaríamos frente a la primera reestructuración de las fronteras a favor de Moscú desde la caída de la URSS. Este hecho, no debería sorprendernos ya que está explicito en los lineamientos estratégicos de Moscú, inclusive, durante la era Yelstin. ¡Fue en 1993 cuando se dio a conocer el concepto de extranjero-próximo ... mucho antes de la empoderada Rusia de Putin!

domingo, 17 de agosto de 2008

¿David vs Goliath? Análisis del Conflicto en Osetia del Sur.

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David ataca a Goliath.

La reciente Guerra por Osetia del Sur ha dejado en claro que la propensión a utilizar el instrumento militar como herramienta de política se está profundizando en el sistema internacional. Quedo demostrada la voluntad de Rusia, de quien no había muchas dudas, pero también la de Georgia, un Estado que de ninguna forma podría balancear a Rusia.

El mismo día que comenzaron las Olimpiadas de Beijing, Tbilisi ataco sorpresivamente objetivos en Osetia del Sur, incluyendo tropas rusas que se hallaban en la zona cumpliendo con una misión de paz de la ONU. La sorpresiva maniobra tuvo tres objetivos: la reafirmación de la soberanía de Georgia sobre Osetia del Sur, comenzar una negociación desde una posición de fuerza, para que Rusia se retire y deje de apoyar a los rebeldes osetios y por último forzar una intervención de los EE UU para asegurarse de que Rusia no pueda tomar represalias contra ellos.

Demás esta decir que la apuesta era alta, los riesgos considerables ya que era muy difícil que Rusia se quedase de brazos cruzados y efectivamente Tbilisi perdió la apuesta. Cabe entonces preguntarse porqué la diminuta Georgia se lanzó a semejante ofensiva. ¿Acaso pensó que podría correr con la suerte de David enfrentado a Goliat?

En la estrategia de Georgia pesaban las siguientes variables que justificaban la apuesta por la agresión.

La primera variable que los planificadores de Georgia tenían en cuenta es su alianza informal con los EE UU. Desde la temprana Posguerra Fría Washington considero que la independencia e integridad territorial de las nuevas republicas del Cáucaso y Asia Central era vital[1]. Esta vitalidad se fundamenta en tres motivos A) Se trata de Estados-Tapones que le impiden a Moscú tener proyección sobre el Golfo Pérsico. B) Son clave para lograr la diversificación de oleoductos, como lo representa el oleoducto BTC[2] (Baku-Tbilisi-Ceyhan) y no depender de la infraestructura de Rusia. Y, por estos motivos, C) Son potenciales candidatos a ingresar a la OTAN y la UE.

El BTC transporta crudo desde el Mar Caspio hasta el puerto turco de Ceyhan en el Mediterráneo. Fue el primer oleoducto que extraía crudo del ex espacio soviético pero que no pasaba por Rusia y representa el fin del monopolio ruso sobre los recursos energéticos del Caspio. Ya en 1997, Zbigniew Brezezinski anunciaba que las republicas de Kazajstán, Arzebaiyán y Georgia debían recibir especial atención en función de que la soberanía de estas actúa como un escudo protector para las demás nuevas republicas.
Esta especial atención se tradujo en importantes transferencias de armas, entrenamiento militar, realización de ejercicios conjuntos, ayuda económica, entre otros programas que se enmarca en una política de robustecer las capacidades militares[3].

La segunda variable con la que contaban en Tbilisi era la posibilidad de que Moscú les diera tiempo como para poder acertar un duro golpe a los rebeldes osetios y simultáneamente lograr implicar a los EE UU. Incluyendo a Washington de forma más directa en las negociaciones hubiese arrojado, como posible resultado, el despliegue de tropas estadounidense bajo algún rotulo internacional en Georgia. Si bien su número hubiese sido insignificante, su sola presencia tendría un alto valor simbólico y hubiese sido suficiente como para asegurarse que Rusia no se atrevería a tomar represalias.

El Imperio Contraataca.

La otra cara de la moneda la ofrece Rusia y analizando brevemente su estrategia de seguridad podemos explicar su comportamiento.
La estrategia de seguridad no es nueva y sigue las líneas escritas en la inmediata Posguerra Fría donde el foco del conflicto se orientaba en la extensa frontera meridional. Esta es entendida como una Frontera Turbulenta[4] que podría generar spill overs negativos para Rusia. Por lo tanto, Moscú podía arrogarse el derecho a intervenir para pacificar a sus vecinos. De esta forma, Rusia denominó a sus vecinos como el extranjero próximo dando a entender que la soberanía de los mismos era relativa frente a los intereses de seguridad de Rusia.
La novedad no es la estrategia sino la fortaleza de la misma. Dos hechos han potenciado a la estrategia rusa. En primer lugar, el fuerte crecimiento económico de la última década le ha sumados recursos al Kremlin en vez de restarle como sucedió en los 90. Según el muy occidental diario Wall Street journal : “A lo largo y ancho de Rusia, las empresas están invirtiendo miles de millones de dólares en la modernización de sus instalaciones y expansión de su capacidad. (…)Tras 7 años de crecimiento robusto (…) el PBI per cápita se ha cuadruplicado hasta alcanzar casi u$s 7000 y cerca de 20 millones de personas han salido de la pobreza[5]”. Rusia ha pagado toda su deuda con el Club de Paris, busca crear un Fondo Soberano de Riqueza para administrar sus cada vez más petrodólares y hasta especula con convertir al Rublo en una moneda de reserva. En segundo lugar, debemos considerar el nuevo contexto internacional post 11-S. Las guerras de Afganistán e Irak configuran un mundo donde el balance ofensivo-defensivo se inclina cada vez más hacia el primero. Lo que en otras palabras significa un mundo más propenso a la guerra[6].

Se desglosa de la estrategia de seguridad de Rusia la reciente intervención en el conflicto por Osetia del Sur. Los 70 000 rusos que viven en el enclave no son más que una excusa de Moscú para justificar su accionar militar. De haber sido la vida de sus conciudadanos la verdadera causa de su intervención el ataque se hubiera suscripto a Osetia del Sur únicamente. Sin embargo, la blitzkrieg rusa no se detuvo en Tsjinvali sino que emprendió una basta campaña de retaliation. En tres días, del 9 al 12 de agosto, Rusia atacó varios objetivos que tenían poca o ninguna relación tenía con Osetia. Entre estos podemos mencionar: un ataque aéreo en las gargantas de Kodori, la única región de Abjazia controlada por Tbilisi, el destrozo el puerto de Poti sobre el Mar Negro, él mismo era una infraestructura fundamental para el transporte de crudo, la imposición de un bloqueo naval y el hundimiento de un barco de misiles georgiano, el bombardeo de de un aeropuerto militar y de la ciudad de Gori, probablemente, el hecho más trágico de la guerra ya que la misma, de ninguna forma, podía ser considerara un objetivo militar.

La venganza de Serbia.

No solo en función de una estrategia de seguridad podemos explicar el conflicto de Osetia sino también desde una perspectiva político-diplomática.
El actual conflicto tuvo su raíz lejana, hace casi unos diez años, en la ex Yugoslavia. Cuando Slobodan Milosevic, presidente de Serbia, comenzó una despiadada masacre contra los albano-kosovares. Frente a este genocidio, los EE UU y la UE buscaron en el Consejo de Seguridad la sanción del Artículo VII para intervenir. Pero el veto de Rusia y China hizo imposible un acuerdo en la ONU.

Estas potencias temían que los kosovares, gracias al espaldarazo del Consejo, lograsen su independencia. Para Moscú y Beijing que grupos separatistas logren el aval de la ONU podría convertirse en un fatídico precedente. Recordemos que hacia 1999 los chechenios todavía estaban muy activos en Rusia y no habían renunciado a su independencia y consiguiente separación de Moscú. Además, Serbia era considerada una aliada y por un paneslavismo propio del siglo XVII Rusia debía defenderla. En China los riesgos de separatismos eran y son aún mayores. A los muy populares tibetanos podemos sumar a los uigures que habitan la provincia de Xinjiang en el extremo occidental de China. Los uigures son turcomanos y musulmanes pocos satisfechos con el dominio de Beijing. Estas dos nacionalidades deben sumarse una larga lista que, a pesar de ser aproximadamente el 10% de la población total, ocupan el 60% del territorio chino.

Frente al veto de Rusia y China, los EE UU y la UE se lanzan a frenar la masacre mediante una intensa campaña de bombardeos que consigue doblegar a Milosevic y lo sienta en la mesa de negociaciones. El resultado fue que Kosovo, no se separaría de Serbia pero, obtendría un status especial respaldados por tropas de paz.
Hacia finales del 2007 el status especial condujo al resultado que todos intuían, Kosovo declara su independencia. A pesar de que la misma todavía no es reconocida por la mayoría de los Estados, su declaración tuvo amplias repercusiones en muchos grupos separatistas en todo el globo. Pero fue, precisamente, en Georgia donde más se hizo sentir. Tanto Abjazia como Osetia afirmaron que "(…)La situación en Kosovo es un precedente. No se puede decir que Kosovo sea un caso único. Eso es doble rasero", declaró Sergei Bagapsh, presidente de Abjasia. El líder de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, agregó que ambas regiones tienen "más argumentos que Kosovo para que se les reconozca la independencia[7]". Anticipándose, Putin advirtió que la independencia de Kosovo habilitaría a nuevas naciones en el Cáucaso.

Desde esta perspectiva, la posible independencia de Osetia del Sur y Abjazia, puede ser entendida como un ajuste de cuentas entre las potencias.

La carta del separatismo en un Mundo Ofensivo.

Jugar la carta del separatismo es como abrir una Caja de Pandora, no se sabe donde se dará el próximo estallido. Durante el 2006/07 analistas americanos especularon con la posibilidad de jugar esta carta en Irán alentando a los kurdos. Pero aliados estadounidenses, como Turquía, se verían seriamente afectados de alentar a los kurdos. A pesar de este efecto bumerán es muy difícil que la carta del separatismo sea retirada del mazo ya que las perdidas de la misma no se distribuyen equitativamente y por lo tanto se dan ganancias relativas. EE UU difícilmente se vea afectado por esta carta, no así sus aliados como España o Turquía. En Asia, Rusia puede verse afectada pero no tanto como China. Las ganancias relativas aseguraran que la carta siga en juego. Más aún en el contexto de un mundo ofensivo.



Bibliografía
[1] Zbigniew Brezezinski “El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos.” Editorial Paidós, 1997.
[2] El Atlas II de LeMonde diplomatique “Oleoductos y conflictos étnicos en el Cáucaso Sur.”2006.
[3] Michael Klare “Guerras por los recursos. El futuro escenario del conflicto global.” Editorial Tendencias, 2003.
[4] John Galbraith “The Turbulent Frontier as a factor in british expansion.” Comparative studies in society and history, Vol 2 No. 2 (Jan 1960)

[5] Guy Chazan “El auge petrolero y de inversión transforma la economía rusa.” Wall Stret Journal, La Nación, 14 de marzo 2007.
[6] Juan Battaleme “Un mundo ofensivo: El balance ofensivo defensivo y los conflictos de Kosovo, Afganistán, Irak y Chechenia.” Tesis de FLACSO 2004.
[7] Agencia EFE “Ola de reclamos en otras regiones separatistas” Diario La Nación, 18 de febrero 2008.

viernes, 8 de agosto de 2008

El Sudeste-asiático en la agenda de la Argentina.


El proceso de globalización como contexto.

El proceso de globalización que arranca en los 80, se acelera en los 90 se consolida en la presente década. Sus principales particulares, tales como la interdependencia económica, el comercio global, el flujo de capitales, la vitalidad de las empresas multinacionales, la proliferación de Estados-Fallidos, las nuevas amenazas, la revolución en las comunicaciones, entre otras, lejos ceder se han robustecido. No hay indicios de que el proceso de globalización se detenga o disminuya su marcha. La Argentina y Sudamérica se ve sumergidas en este proceso.

Una de las tendencias que se consolidan y que analizare como clave es la interdependencia económica y el comercio global. He decidido analizarlas como una sola tendencia dado que ambas se hallan íntimamente relacionadas. El comercio genera interdependencia y la interdependencia promueve el comercio. Un ejemplo podría ser la complementariedad que se dan entre ciertas economías. Veamos el caso del NAFTA. México se beneficia por la radicación de industrias multinacionales norteamericanas y los empresarios estadounidenses y canadienses pueden volverse mas competitivos radicándose en México. La necesidad de los empresarios norteamericanos de ganar competitividad se complemento con el deseo del gobierno mexicano de atraer inversiones. La consecuencia fue un sustancial aumento del comercio regional. Fácilmente podemos apreciar que la situación se retroalimenta.

Por interdependencia económica nos referimos al concepto de Joseph Nye. El cual advierte que la dinámica económica genera un mutua dependencia entre los actores que actúan sobre ella. Esta mutua dependencia genera estímulos para que los actores tenga conductas por cooperativas y desalienta conductas potencialmente conflictivas.

Destaco y considero clave esta tendencia ya que se ha incrementado sustancialmente, tanto cualitativa como cuantitativamente.

El crecimiento cualitativo se explica por dos fenómenos interrelacionados. En primer lugar la cada vez mas compleja e intrincada red empresaria. Las compañías globales ha abandonado su tradicional forma piramidal y jerárquica para parecerse cada vez mas a una suerte de telaraña. Y en segundo lugar la transición de los altos volúmenes a los altos valores1.
La nueva red empresarial es un modelo de organización que privilegia la horizontalidad, la flexibilidad y la resolución de problemas. Este modelo se ve favorecido por las revolución de las tecnologías de la información (IT), la reducción del costo del transporte y el acceso a mano de obra ( ya sea barata o calificada). El comercio incluye servicios, asesoría, diseño, consultoría y todo una gama de negocios, que gracias a las IT, es posible coordinar la tarea de oficinas desparramadas por el globo.
A las empresas le es cada vez mas difícil generar beneficios con la producción masiva y estandarizada de grandes volúmenes, debido a entre otras razones, la competencia de empresas radicadas en países con bajos salarios, imposibilidad de levantar barreras arancelarias para proteger su mercado interno o la negación de un subsidio por parte del gobierno. Ante esta realidad, las empresas orientan su producción a satisfacer la necesidad de ciertos clientes-personalizados. De este modo pasan de los altos volúmenes a los altos valores.

El desarrollo cuantitativo lo entendemos por la expansión geográfica. En la actualidad varios países de Europa del Este, del Sudeste Asiático y otros como México están constituyéndose como partes protagónicas de la interdependencia económica y el comercio global. Ya nadie puede hablar de lo que pasa en la industria estadounidense sin hablar de su apéndice en México. Así como también no se puede explicar el crecimiento del sector de los semiconductores en Taiwán sin considerar las inversiones japonesas. Estas regiones y países tenían un rol relativo apenas hace 10 años y si nos remontamos a los 80 nadie hubiese dudado de que eran partes de la periferia económica.

Breve historia del surgimiento del Sudeste-asiático.

La fuerza de la interdependencia y el incremento del comercio global en la actualidad pueden explicarse por la integración de las dinámicas economías del Lejano Oriente + India a la economía global. El eje del comercio es el Pacifico y no el Atlántico.

Durante años fueron colonias o reinos atrasados, rurales y sin verdadero liderazgo político. A pesar de su alta población y vastos recursos naturales, vivían en la absoluta pobreza y su participación en la economía mundial era marginal.
Una vez independizados, estos países comenzarían su propia revolución industrial.

El primer ciclo de industrialización( en rigor de la verdad se trato de una re-industrialización) se produjo en Japón tras la finalización de la 2 GM que se vio revitalizado con la Guerra de Corea. El segundo ciclo se da luego de esta guerra. Fue el turno de Corea del Sur y Taiwán. Estos dos primeros ciclos fueron producto, en gran medida, de la lógica de la Guerra Fría. En este marco debemos incluir la famosa doctrina Kennan de la contención. Frente a la URSS y la Republica Popular China ( aun aliadas) los estrategas americanos comprendieron que el fortalecimiento y estabilidad de Japón y Corea del Sur era vital para los intereses estadounidenses. Ya que estos países representaban la primer línea de defensa en el segundo frente de la contienda contra la URSS. Un Japón o Corea pobres e inestables serian un suelo fértil para la propaganda comunista y propensos a un cambio de régimen que los haga girar en la orbita soviética. Los intereses de EE UU pasaban por un empowerment de sus aliados de forma tal que se constituyan en una barrera contra el avance de Moscú en la región. Washington no podía darse el lujo de abandonar la periferia oriental del continente asiático, haberla abandonado hubiese significado desprenderse del Japón como portaviones inhundible y retroceder hasta Pearl Harbor como ultimo enclave estratégico del Pacifico Norte.
La política de seguridad y la política económica se presentaban indivisibles. Un Japón rico es un aliado fuerte y por el contrario un Japón pobre podría haber sido un satélite soviético.

El tercer ciclo de industrialización se desarrolla en entre los 70 y los 80. Se localiza en el Sudeste-asiático en países como Malasia, Indonesia y las Zonas Económicas Especiales del sur de China. Se distingue de los anteriores ciclos por estar impulsado, principalmente, por los intereses económicos y no los intereses de seguridad. Se trata de un proceso gradual, en cierta medida espontáneo, mas dilatado en el tiempo y sin el deliberado empuje político que tenían los anteriores ciclos. Tampoco existió el protagonismo central de alguna potencia off-shore, como lo fue el cumplido anteriormente por los americanos. Sin embargo el rol de Japón fue y es destacable.
Esta industrialización se vio favorecida por políticas implementadas en los países centrales que apuntaban al mercado interno y de ninguna manera estaban pensadas para favorecer al Sudeste-asiático. Sin embargo, resultaron altamente beneficiosas para dicha región.

* Luego de la posguerra existió en Europa un claro consenso tanto entre los Democristianos como entre los Socialdemócratas sobre la importancia de desarrollar políticas sociales. Este consenso se materializo en distintas políticas de promoción social, de resguardo de la vejez, licencias y otros beneficios saláriales y laborales. A lo largo de unos 30 años estas políticas terminaron convirtiéndose en un ancla para la competitividad de las empresas europeas.

* La reconstrucción de Europa, como ya sabemos, fue auspiciada por el Plan Marshall. Dicho plan, entre otras claves, había decidido que la reconstrucción se apoyase en energía barata. En aquel momento el monopolio del petróleo estaba en manos de las compañías americanas sucesoras de la histórica Standar Oil. Fue así como el Departamento de Estado forzó a las compañías a ofrecer un precio bajo para los suministros con destino a Europa2. A pesar de que Europa contaba con escasas fuentes de petróleo( los yacimientos del Mar del Norte solo se explotarían hacia finales de los 70) , la matriz energética europea se constituyo en base a dicho hidrocarburo como producto de su artificialmente bajo precio.
Con el shock petrolero de 1973 Europa se vio obligada a ejecutar forzosas medidas de racionalización energética que incidieron en su economía.

*El aumento del costo de la mano de obra industrial, altamente sindicalizada, especialmente en Europa Occidental. Este fenómeno se desprendió de las políticas sociales de la posguerra las cuales se basaban en un fuerte consenso que no solo compartían los partidos sino también los sindicatos. Ya hacia finales de los 60 la inflación y la recesión señalaban las falencias de este consenso. Pero solo a comienzos de los 80 se comenzarían a realizar reformas para flexibilizar el mercado laboral y ganar competitividad. Una de las maneras de ajustar que tenían las empresas multinacionales era trasladar su producción hacia otras regiones.

Esto se complemento con la realidad de muchos de los países del Sudeste-asiático que se caracterizaban por ...

* El desarrollo de una estrategia que coordinaba los esfuerzos del sector privado y el sector publico. Tanto burócratas como empresarios buscaban maximizar el potencial de su economía mediante la aplicación de políticas a largo plazo y planificación estatal con acuerdo de las cámaras empresariales. Esta emulación por parte de los gobiernos de las empresas privadas llevadas a escala de Estado-nación se denominan Países S.A3. Y en cierta medida esta política descansaba en la idea de que no había tiempo que perder y que si Japón logro alcanzar y superar los estándares de vida de Occidente ellos también podrían lograrlo.
La idea-fuerza que hay detrás de esta estrategia es que el crecimiento económico es el objetivo político prioritario. La distribución y las políticas sociales no tendría que afectar la competitividad.

* El foco de su política económica serian las exportaciones. A diferencia del modelo latinoamericano de posguerra, basado en la sustitución de importaciones y en el incremento del mercado interno, los países del Sudeste-asiático apuntaron hacia el mercado global como forma de impulsar el crecimiento.

* Excedentarios en materia energética. Con la no menor salvedad de Corea del Sur y Japón, la mayoría de los países de la región contaban con energía. Indonesia y Malasia se convirtieron en exportadores de petróleo y gas natural.

*Mano de obra abundante. Probablemente, la gran ventaja competitiva de la región. En algunos países, como Taiwán, también era calificada. Por lo que no debe sorprender que en los 90 la isla se halla convertido en un polo de desarrollo tecnológico.

Un cuarto ciclo de industrialización la estaríamos viviendo desde los 90. Este ciclo incluiría India, Vietnam, Camboya, Tailandia y toda la región costera de China. Este ciclo se correspondería con las características del anterior pero se estaría dando un enorme salto cuantitativo.
Actualmente nadie duda de que la región es el taller del mundo y va por mas.

El impacto del Sudeste-asiático en la región.

El formidable crecimiento del continente, con mayor PBI, población y superficie nos arrastra a todos. La demanda de materias primas; energéticas, minerales y alimenticias ha generado un boom en los precios de las exportaciones de nuestra región. La mayor demanda de materias primas no debe ser entendida como una sentencia a la “ruralización de la economía” sino como una base que genere las inversiones para saltar hacia productos de mayor valor agregado.

Algunos analistas afirman que los altos precios llegaron para quedarse debido a una serie de cambios estructurales...
El crecimiento industrial del Sudeste-asiático + India esta lejos de llegar a su techo. Distintos indicadores nos lo pueden confirmar, su ingreso per capita, sigue siendo relativamente bajos y su consumo de energía per capita también lo es. Tampoco se han detenido el aluvión de inversiones y la radicación de compañías.

Sus recursos mineros ( incluidos el petróleo) están llegando a su techo. Hasta 1992 China exportaba petróleo, en 1993 paso a ser un importador neto. Apenas diez años mas tarde el gigante asiático se convirtió en el segundo importador y consumidor mundial solo detrás de los EE UU. Ningún país del Sudeste-asiático + India tienen reservas sustanciales de crudo. Y esta situación se repite en una larga lista de minerales.

En referencia al sector alimenticio, basta decir que la producción agrícola crece pero nunca como para saldar las aún más crecientes demandas de la población. China cuenta con apenas el 10% de superficie cultivable y esta situación se repite en muchos países. Son más que escasas las tierras cultivables dedicadas a los cereales, mas allá del arroz. Tampoco ayuda el clima tropical y semi-tropical que imperan en el Sudeste-asiático. Todas estas características definen a los países de la región como un neto importador de alimentos y productos agropecuarios. Otro dato más a tener en cuenta es que “…los países que crecen aceleradamente desde un punto de partida de extrema pobreza, lo primero que hacen es aumentar la demanda de alimentos, tanto en el aspecto cuantitativo como cualitativo: pasan de los granos a la búsqueda de proteínas, del arroz a la carne y de las carnes blancas a las carnes rojas.”4

El caso de la Republica Popular China.

Dado la magnitud del gigante asiático creo conveniente estudiar su caso. Brevemente explicare sus intereses en Sudamérica.

La lista de intereses chinos en la región abarca distintas áreas. Beijing entiende que su política comercial no puede estar desligada de sus política exterior y política de defensa. En definitiva la política comercial es entendida y desarrollada desde el prisma de los asuntos estratégicos. En este sentido Sudamérica representa una plaza fuerte para la pretendida multipolaridad que desea y promueve Beijing. Este valor viene dado por los siguientes hechos y diagnósticos...
1. La región cuenta con un considerable numero de votos en la Asamblea de las Naciones Unidas y otros organismos supranacionales. Votos que son deseados para distintos propósitos, como por ejemplo aislara la republica de Taiwán.
2. La región ha sido tradicionalmente el patio de atrás del actor hegemónico, sin embargo, hoy se encuentra relegada.
3. La región es un formidable proveedor de commodities. Destacándose los sectores mineros (como el cobre en Chile) energético (el petróleo venezolano) y agro-alimentario ( la soja argentina). En el caso de los productos agro-alimentarios provenientes de clima templado Beijing se provee mayoritariamente de los EE UU y Australia. Este dependencia es vista por Beijing como una vulnerabilidad estratégica y en función de esto promueve la diversificación de sus importadores. Es aquí donde el prisma estratégico afecta la política comercial en beneficio de nuestra producción.
4. Búsqueda de konw-how tecnológico y productivo en distintas áreas. En el caso de la Argentina se buscan conocimientos en métodos de siembra directa y biotecnología aplicada a semillas. En Brasil se buscan técnicas de exploración y explotación de petróleo en aguas profundas. En Venezuela investigan conjuntamente el procesamiento del crudo pesado. También hay cooperación científico tecnológica en áreas de la industria aeroespacial, satelital, nuclear, desarrollo de sofware. Destacándose el proyecto Sino-Brasileño del satélite de investigación terrestre (CBERS) Esta seria un tecnología de uso militar.

Si bien en los últimos años el incremento del comercio bilateral fue cuantioso, existen una serie de atenuantes. Ambos son abundantes en recursos naturales y en productos manufacturados de bajo valor, esta equivalencia podría afectar en el futuro la complementariedad económica.
Ambos son escasos en tecnologías de punta y capitales. En este sentido ambos compiten por la radicación de empresas tecnológicas y por las inversiones extranjeras.
La distancia geográfica y cultural tampoco juega a favor.

En síntesis, debemos afirmar que nuestra política de inserción comercial no solo debe tener en cuenta los intereses comerciales chinos sino también sus intereses de política exterior y de defensa.

Una política pensada hacia el Sudeste-asiático.

Lamentablemente el aumento del precio de las materias primas no repercutió en un covalente aumento de los las exportaciones. En gran medida por la incapacidad de los países de nuestra región de promover un política pro-exportación. Salvo excepciones como Chile, los países de nuestra región mantienen economías cerradas, “sustitutivas” de importaciones y con una participación decreciente en el comercio mundial.
El país debe formular claras y activas políticas de exportación y sostenerlas como políticas de Estado, de modo que no se vean afectadas por los cambios de gobierno. También debe aliviar las retenciones e impuestos internos que le restan competitividad.
En relación al Sudeste-asiático la Argentina y Sudamérica deben tener presente que...
La competencia en productos manufacturados en los cuales el salario determina el costo del producto no será viable en el largo plazo.
Entendiendo esto debemos transitar de los altos volúmenes a los altos valores. Es decir, competir con calidad y no precio. El descubrimiento de nichos de mercado y la personificación del cliente son herramientas a concretar para realizar la transición. Un nicho de mercado le permitirá a las exportaciones crecer y ganar escala. Por ejemplo, es imposible que se masifiquen los vinos argentinos en toda China. Pero si es viable insertarse en hoteles y restaurants de categoría. Este pequeño nicho si puede ser abastecido por nuestra industria y puede servir de base para futuras exportación. La personificación del cliente tiene que ver con crear un producto a medida del consumidor. Un ejemplo podría ser la transformación de la industria siderúrgica “...la mayor rentabilidad y el mas rápido desarrollo de las empresas siderúrgicas ya no depende de las enormes plantas integradas por mas de 5000 empleados que producen barras de acero en gran escala, sino de acero destinado a ciertos usos: aceros resistentes a la corrosión ( galvanizados o electro-galvanizados) producidos para ciertos automóviles, camiones y artefactos del hogar; acero pulverizado que puede ser compactado y fraguado para la fabricación de componentes extra-livianos...”5

Paradójicamente el grado de interdependencia de Sudamérica con el mundo es bajo en lo referente a los beneficios pero es alto en referencia a los costos. Es decir, los beneficios que se dan en inversiones, incremento del comercio y acceso a mejores tecnologías son bajos. Y en cambio, las posibilidades de verse perjudicados por acontecimientos como una devaluación de un país vecino o una crisis foránea como la asiática de 1998 son altos y además se ven reforzados por la vulnerabilidad propia de las economías en desarrollo, la irresponsable gestión del gasto publico de algunos gobiernos6y la falta de planificación a largo plazo. También debemos recordar la irrelevancia estratégica de nuestra región para el actor hegemónico, quien tiene su foco en Medio Oriente.

En síntesis, Latinoamérica percibe( justificadamente o no) las amenazas (reales o potenciales) de la interdependencia y el comercio global y se excluye del juego. Pero al mismo tiempo esta rechazando las oportunidades y sus fortalezas quedan a la defensiva, mientras que sus debilidades se mantienen constantes.
La Argentina y la región deben alentar sus capacidades exportadoras y enfocarse en la región del Sudeste-asiático. Principalmente por 2 motivos.
· Los países desarrollados no se muestran dispuestos a reducir sus subsidios, ni barreras arancelarias, ni para-arancelarias en el sector agropecuario.
· El Sudeste-asiático ha demostrado que su demanda de materias primas y manufacturas no ha dejado de crecer y continuara creciendo.

Conclusiones

Las grandes oportunidades en el siglo XXI provendrán del Sudeste-asiático. La tríada del capitalismo tiene poco interés y poco que ofrecer a la región.

Es imposible reconstruir la sociedad comercial con Europa que tan beneficiosa fue entre 1880 y 1930. Si la Política Agrícola Común ( que actualmente insume cerca de un tercio del presupuesto de la Unión Europea) continua existirán poderosos lobbys que actúen contra las exportaciones argentinas y sudamericanas. Desarticular o reducir dicha política es muy difícil políticamente dado que deben lidiar con cientos de granjeros y sus aliados políticos.
Tampoco es posible lograr una integración comercial con los EE UU como la que tiene México. Este país presenta una serie de particularidades que no se repiten en el Cono Sur. La proximidad geográfica, complementariedad agropecuaria, integración energética y razones geopolíticas. Además, como mencionábamos mas arriba, tampoco existe un voluntad política por parte de Washington de darle prioridad a la región.
Solo queda la economía japonesa, pero la integración con esta presenta serias dificultades. En primer lugar, Tokio también subsidia y protege a su sector agrícola en mayor medida que los europeos. Y en segundo lugar, a pesar de seguir siendo el segundo PBI del globo, la economía japonesa a perdido la vitalidad y las expectativas que se depositaban en ella en los 80. De esta forma debemos visualizar al Sudeste-asiático como un aliado comercial con enormes potencialidades.






1 Robert Reich, “El trabajo de la Naciones”.Editorial Vergara 1993.
2 Anthony Sampson “Las siete hermanas: las grandes compañías y el mundo que han creado.” 1975 Grijalbo.
3 Daniel Yergin y Joseph Stanislaw “Lideres y pioneros de la globalización.” 1999, Vergara
4 Jorge Castro, “La tercera revolución”, editorial Catálogos, 1998
5 Robert Reich “El trabajo de las naciones”. Pagina 88.
6 El caso paradigmático de la actualidad es Venezuela. El país obtiene jugosos beneficios dado el alto precio del barril de crudo. Sin embargo, de un superávit del 1,7% del PBI en el 2005 se pasara a 1,7% de déficit en el corriente año y a 3,0% proyectado para el 2007.